EE. UU. Critican a la policía que va a las casas enmascarados, y detienen a indocumentados

La práctica ha suscitado polémica en un país en el que no es habitual que los agentes policiales oculten su rostro, y ha motivado quejas y denuncias de políticos demócratas y grupos de defensa de derechos civiles.

Actualidad10/06/2025
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Agentes enmascarados y sin uniforme abordan en la calle o en su auto a personas a las que se llevan detenidas sin identificarse ni explicar el motivo ante el pánico, la conmoción y la impotencia de quienes los acompañan.

La práctica de cubrirse el rostro se ha extendido entre los funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), el cuerpo policial encargado hacer cumplir las leyes de inmigración y fronteras, y al que el presidente Trump ha confiado la tarea de ejecutar su promesa electoral de llevar a cabo la "mayor deportación de la historia" de Estados Unidos.

En lugares como Boston, Nueva York, Washington y San Diego encapuchados sin identificar han detenido a estudiantes o padres de familia extranjeros reduciéndolos a la fuerza y sin dar una razón, como se aprecia en los videos compartidos por testigos y activistas en las redes sociales. En algunos casos, los extranjeros han sido detenidos cuando acudían a los tribunales a los que habían sido citados para resolver su trámite migratorio.

El congresista demócrata por Brooklyn-Manhattan Dan Goldman la comparó con la Alemania nazi. "Esto es un comportamiento como el de la Gestapo, donde agentes de paisano enmascarados aterrorizan a inmigrantes que están haciendo lo correcto al presentarse ante los tribunales para seguir sus trámites migratorios e intentar venir a este país legalmente".

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Goldman dijo que "esto no tiene que ver con la frontera, no tiene nada que ver con nuestro sistema de inmigración", sino con un esfuerzo impulsado "por el supremacismo blanco" del gobierno de Trump para "sacar a tantos extranjeros como sea posible del país".

El concejal de San Diego, Sean Elo-Rivera, dijo tras una redada de ICE a fines de mayo en un conocido restaurante de esta ciudad californiana que "esto no es seguridad pública, es terrorismo de Estado".

Todd Lyons, director en funciones de ICE, defendió que los agentes se cubran el rostro y lo justificó por el supuesto peligro que corren los agentes haciendo su trabajo: "Lo siento si la gente está ofendida porque lleven máscaras, pero no voy a dejar a mis agentes ahí fuera poner su vida en riesgo, a su familia en riesgo, porque a la gente no le gusta lo que es la aplicación de las leyes de inmigración".

Lyons regresó al atril tras una rueda de prensa en Boston para responder a un reportero que le interpeló por los agentes enmascarados. Encendido, Lyons se preguntó: "¿Ese es el problema aquí? ¿Solo que estamos molestos por las máscaras? ¿O alguien está molesto por el hecho de que se ha tachado de terroristas a los agentes de ICE y sus familias?".

Los casos que han desatado la polémica

Las imágenes de detenciones de extranjeros por agentes enmascarados, especialmente en ciudades controladas por los demócratas, se han repetido en las últimas semanas, a medida que el gobierno de Trump parece intensificar sus esfuerzos por cumplir sus objetivos de aumentar el número de detenidos y deportados.

El pasado 25 de marzo, la estudiante turca de doctorado Rümeysa Öztürk fue detenida en Somerville, Massachusetts, por un grupo de agentes de paisano encapuchados que la inmovilizaron contra el suelo y se la llevaron sin identificarse.

Pasó seis semanas en un centro de detención de Luisiana acusada por el gobierno de colaborar con el grupo armado palestino Hamás hasta que fue liberada por orden de un juez después de que no se presentaran pruebas ni ningún cargo formal.

Otros universitarios extranjeros han sido detenidos en operativos similares en medio de la ofensiva del gobierno de Trump contra los que considera antisemitas y "colaboradores del terrorismo" de Hamás en los campus estadounidenses.

Los tribunales de inmigración de Nueva York también han sido el escenario de la actuación de agentes encapuchados en las últimas semanas. Medios locales informaron que un joven venezolano de 20 años, identificado como Dylan, fue arrestado cuando participaba en una audiencia de trámite para su solicitud de asilo en Estados Unidos.

En Boston, Daniel Flores-Martínez fue detenido el 11 de mayo después de que el auto en que viajaba con su esposa y sus tres hijos de entre 3 y 14 años fuera interceptado por agentes federales.

Según sus abogados, los agentes iban enmascarados y rompieron la luna del vehículo a pesar de que Martínez-Flores estaba cumpliendo sus instrucciones. Lo redujeron en el suelo y se lo llevaron detenido sin identificarse, mostrar una orden de detención o decirle a su familia adónde se lo llevaban.

Y a fines de mayo, en un conocido restaurante italiano de San Diego, se vivieron momentos de tensión cuando poco antes de que empezara la hora de máxima afluencia de clientes en la noche, agentes federales irrumpieron en local, siendo recibidos con abucheos de los presentes.

El lugar se llenó de humo mientras los agentes fuertemente armados y equipados se abrían paso en una intervención que, según ICE, se saldó con la detención de cuatro extranjeros que permanecían ilegalmente en el país, y provocó malestar entre políticos locales y vecinos.

Las violentas protestas que se registraron fin de semana en Los Ángeles estallaron después de que decenas de migrantes fueran detenidos en los últimos días en el sur de California por agentes enmascarados.

"Un alarmante patrón"

Victoria Miranda, letrada de la Asociación de Abogados por los Derechos Civiles, le dijo a BBC Mundo que la actuación de los agentes en casos como el de Martínez-Flores "no solo es inconstitucional; es inhumana".

Su asociación aprecia "un alarmante patrón operaciones agresivas de ICE" y ha presentado una queja administrativa por la detención "arbitraria" de Martínez-Flores, paso previo requerido para el inicio una acción judicial contra el gobierno.

La queja alega que los agentes de inmigración solo pueden llevar a cabo detenciones sin una orden judicial si existe riesgo de que el sospechoso escape antes de que pueda obtenerse una.

También, que "como establecen las propias reglas de ICE, los agentes deben identificarse de manera puntual y adecuada", lo que "va en línea con principios básicos de seguridad pública e integridad constitucional, que hacen imperativo que los agentes de la ley se identifiquen claramente, sobre todo cuando toman parte en operaciones de alto riesgo que pueden implicar el uso de la fuerza y resultar en lesiones".

Según los Abogados Por los Derechos Civiles, la clara identificación de los agentes permite la rendición de cuentas y que los civiles puedan distinguir una actuación policial legítima de conductas ilegales como el secuestro, el asalto y la extorsión.

Miranda señala que "las propias reglas de ICE requieren que sus agentes se identifiquen e informen de lo que están haciendo y por qué lo están haciendo".

El gobierno aún no ha tenido oportunidad de responder a los argumentos planteados en la queja. Tiene seis meses para hacerlo antes de que el asunto pueda ser planteado ante un tribunal federal.

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