Separar la paja del trigo: Los pocos malos policías nada tienen que ver con la inmensa mayoria de los buenos

La contundencia de las imputaciones de la fiscal que investiga el caso de los policías del Comando Radioeléctrico de Rosario; con una evidencia muy clara, como lo manifestara la jueza del caso, no empañan la labor que hace la mayoria de los uniformados de la Unidad Regional II.

Actualidad04/01/2025UtrapolUtrapol
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Hace unos diez díaz se conocieron hechos gravísimos que involucran al menos a diez efectivos policiales del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional II; cuyas imputaciones le valieron que queden bajo prisión preventiva.

No es necesario hacer un relato del caso en particular, porque ya es de conocimiento público; lo que si debe quedar en claro es que la conducta de unas pocas personas no son una réplica o una muestra de la inmensa mayoría de los policías de nuestra Provincia, ni mucho menos de los uniformados, o no, del Departamento Rosario, la honradez es la regla.

Por ahí se intenta argumentar que los bajos salarios hacen a la ocasión de hacer lo incorrecto; o que, como se les roba a los ladrones, bien hecho está; en realidad, nada de eso esta bien, el salario que percibe un policía escaso o mucho, está para cumplir la función de servir a la sociedad, de evitar que los malos cometan delitos, y no que sean los uniformados los que estén al margen de la ley.

Rosario ha cambiado

La conducción de la Unidad Regional II, a partir del trazo de las políticas de seguridad, ha dado un giro muy importante en la reducción del delito, y no ha tenido que ver precisamente con las malas acciones policiales, sino, por el contrario, con la contracción al trabajo, que han puesto a Rosario con el menor índice de homicidios en cientos de años.

Cuando se lee en los medios de comunicación las palabras de un fiscal, "los uniformados encontraban la justificación para delinquir y manejarse como los dueños de la calle"; duele, y mucho, porque en rigor de verdad los policía quieren ser los dueños de la calle para que la gente viva tranquila, y no para tener una alfombra roja para cometer tropelías.

La sociedad está conformada por gente de todos los estratos sociales, por diferentes trabajos, y muchas veces en cada uno de ellos hay personas que hacen las cosas mal de manera dolosa, la policía no es la excepción; lo bueno es que el gobierno de Santa Fe desde el día uno fue claro, "los que esten en la vereda de enfrente se tendrán que ir"; por eso, no hay voluntad de esconder nada debajo de la alfombra.

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