"Pillin" Bracamonte; aquel integrante de Hinchadas Unidas Argentinas en la era kirchnerista

En noviembre de 2009, arribaban al club Alls Boys, en la ciudad de Buenos Aires, cuarenta capos de Hinchadas Unidas Argentinas (HUA); una movida de sectores kirchneristas tendiente a amalgamar facilidades para que barras viajen al Mundial de Sudáfrica 2010 y apoyos para actos y las futuras internas del peronismo, bajo el paraguas de bajar el nivel de violencia en las canchas.

Según un perfil del diario rosarino El Ciudadano, en su entorno tenían contados los balazos: eran 29, los últimos en agosto pasado después del triunfo canalla en el clásico frente a Newell's. Él, afuera de las canchas desde 2018 por derecho de admisión (fue hallado mientras repartía entradas de protocolo afuera del estadio de Lanús), estaba con su pareja en el Parque Alem. Los dos sufrieron heridas leves.

En el verano pasado también tirotearon el frente de Los Álamos Club de Campo, el country de Ybarlucea donde vivía 'Pillín', no sin antes dejar una nota amenazante. También balearon por error a un empresario que confundieron con él, relata Rosario3. Todo este mismo año.

Pero los atentados contra su vida comenzaron dos décadas atrás, prácticamente en paralelo desde que tomó el paravalanchas principal del Gigante de Arroyito. A principios del nuevo milenio, al frente de un grupo llamado 'Los Pillines', desbancó de la tribuna a los hermanos Bustos, 'Los Chaperos', quienes habían heredado la barra a fines de los '90 de parte de su padre Juan Carlos.

En 2002 le pegaron tres tiros en la puerta de un gimnasio. En 2006, otros cuatro, en la puerta de su casa. Y a medida que crecía el número de disparos, también su poder en Rosario Central, que lo llevó a negocios cada vez más pesados: fue investigado, imputado y más tarde condenado por lavado de activos y extorsiones.

La causa más mediática, igualmente, fue su deportación de Sudáfrica durante el Mundial 2010. 'Pillín' fue identificado en el aeropuerto y enviado de vuelta cuando se disponía a ser parte de las 'Hinchadas Unidas'. Por entonces tenía prohibición de dejar el país, sentenciado a dos años de prisión por amenazas coactivas a un empleado de Rosario Central, en busca de carnets actualizados para votar en las elecciones.

Otro caso que lo puso en boca de todos fue cuando "acomodó" la barra de Newell's. Sí, el jefe del grupo más violento de la tribuna de Central "acomodó" la del clásico rival, cuando en 2016 una guerra por el poder en la Lepra dejó cuatro muertos en tres semanas. Infobae reveló entonces que "Pillín se reunió en una estación de servicio de Granadero Baigorria con la dirigencia entrante y les ofreció pacificar la situación", y que poco después la popular del Coloso quedó en manos de la temible banda narco 'Los Monos'.

'Pillín', respetado por el hincha común de Central como alguien que llevó paz al Gigante y los bancaba fuera de Rosario, a fuerza de contactos y poder esquivó hábilmente la prisión, donde no estuvo por más de un mes: ni causas por violencia de género o negocios espurios, ni las balas de sus rivales lo habían podido frenar hasta este sábado, cuando sicarios lo emboscaron y le quitaron la vida.